Encontramos distintos pasos a seguir para poder llevar a cabo esta intervención de manera óptima, estas son:
- Familiarización: Consta en primer lugar de conocer la seguridad del recinto, la asistencia, reconocer básicamente el lugar donde se realizará la sesión.
- Respiración: Aquí se deben enseñar las técnicas necesarias de bombeo, respiración (en un inicio se realiza como buque), para luego entrar en relajación facial que se encuentra ligado a la temperatura de la piscina.
- Flotación: Se debe asistir en una primera instancia al usuario para que este alcance la posición decúbito supino y decúbito prono en el agua.
- Propulsión: Esta última se encuentra más ligada al movimiento, es decir, como es la fuerza que se necesitará para moverse (pataleo, braceo)
Existen diversas características que presentan las piscinas donde se realiza hidroterapia, como por ejemplo que deben tener una altura adecuada que nos permita intervenir de manera favorable y adecuada al usuario y que a su vez sea cómoda para el terapeuta ocupacional, se recomienda una altura que no sobrepase 1.20 mt aprox., en el caso de que por ejemplo la piscina sea más alta se puede bajar el nivel del agua hasta las condiciones óptimas. La temperatura por otro lado, generalmente es de 34ºC para lograr un mayor relajo muscular. Por último, aunque con la misma importancia que los otros aspectos se encuentra la accesibilidad al recinto y la seguridad del terapeuta y el usuario.
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